Paz
Paz.
Diluida en la sangre,
en el misterio del ser.
En corrientes subterráneas
que subyacen en el yo interior,
en la piel expuesta.
Se desliza en reclamos porfiados,
alivia conciencia.
Descansa en la pesada alforja
incorporada a la espalda erecta.
Dejará de agobiar
cuando entre sus pliegues,
ella,
se instale benigna.
Paz
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