Intentos

 



Saber la verdad suele ser tarea ímproba.

Se necesita el acuerdo voluntario, mágico, que una dos seres a salir en su búsqueda.

Pasaron días. Agotados en charlas interminables donde las posibilidades parecían infinitas. Empleados en presuntos planes a concretar. Algo fallaba, no cerraba del todo. Lo primordial se afirmaba sobre endeble equilibrio.

Apuntaban a la compañía mutua, al imaginario deseo de hacer por el otro aquello que el otro necesitara. Parecía que la generosidad conducía al acuerdo; el que fue pareciéndose cada vez más a pacto forzado que a expresión de buena voluntad amorosa.

Nunca lo lograron. Lo intentaron, desembocaron en el vacío.

Él pertenecía a ese tipo de personas que prefería vivir sometido a sus propias mentiras.

Ella prefería la verdad aunque doliera.

Fue evidente para ambos que el futuro compartido sería una utopía.

La vida avanzó de frente. Para ellos nunca vibró el nosotros.

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