Lo escuchó.
No lo vio.
Algo, leve, muy leve,
suspiro apenas audible,
surgió de su sonrisa.
Rumores de frágiles alas,
sutiles magias interiores.
Entonces, el Cosmos,
astros rutilantes,
fueron adyacente armonía.
Lo escuchó.
No lo vio.
Algo, leve, muy leve,
suspiro apenas audible,
surgió de su sonrisa.
Rumores de frágiles alas,
sutiles magias interiores.
Entonces, el Cosmos,
astros rutilantes,
fueron adyacente armonía.
Bellísimo. Tan bello y profundo en pocas palabras
ResponderBorrarComo siempre sólo sé agradecerte. Nelly
ResponderBorrarZulema suarez.Me encanta todo los relatos y la manera de expresar felicitaciones
ResponderBorrarGracias querida Zuly por estar siempre. Nelly
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