Odio.

Palabreja que más daña a

quien lo padece,

que hiere a quien lo recibe.

Liberarse de él,

proyectar el alma

hacia confines plenos.

serena, rutilante.

Paz.

Habita en la Esencia

del Universo.

Desciende sobre quien la invoque.

Al que dispuesto esté a acogerla,

conservarla.

Más allá de la íntima torpeza.

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