Puedes hablar maravillas
o no hacerlo.
Puedes querer convencer a quien
convencido no será.
Contar fábulas,
porque eso son tus andares,
no más que fantasías lanzadas
al viento.
Intentarás magias donde existen
eternas realidades.
Querrás demostrar que tu egoísmo
no es tal,
que te mueves entre sabias verdades.
Sin embargo, hay algo,
algo con lo que no cuentas,
algo que te descubre por entero
sin que lo sepas,
que demuestra lo que no sabrás ocultar.
Eso, sin lugar a dudas,
será el brillo de tus ojos.

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