El destello


Allá, a lo lejos, el horizonte, inmaculado azul celeste.
Aquí, hace algún tiempo, el regreso que apuntaló el error.
Allá, a lo lejos y hace algún tiempo, la decisión equivocada, el paso inseguro, sin vuelta atrás.
Aquél que todo lo tenía, aquél que por primera vez todo lo alcanzaba, todo lo perdió.
Inútil las constantes preguntas expresadas, a veces en alta voz, en la penumbra de tu cuarto.
Inútil indagar en el rincón escondido en algún lugar de tus pensamientos.
Inútil andar y andar calles, cruzar esquinas, esquivar charcos, nada repara el error.
El tiempo no lo mitiga, la certeza no lo anula, enfrentarlo no vale, mucho menos olvidarlo.
Allí está, refulgiendo entre cenizas, alumbrando confusión.
Allí estará por siempre en lo oculto del ser.
Será presencia en la ausencia.
Reproche en la sinrazón.
Implacable, siempre la pregunta sin respuesta.
Y sin embargo...
En medio de lo irremediable, un destello en la noche, tibio rayo de sol en la mañana, acariciándote.
La amplia senda te incita esperanzada.
Aceptarte, reconstruirte, reconstruyendo.
No es fácil transitarla, únicamente ella sabrá conducirte al sosiego.
No repararás lo hecho.
Eso, eso, es pluma al viento.
Hallarás paz, descubrirás que ser benigno contigo mismo y con los demás, te traerá de regreso.
A pesar de todo, a pesar de lo incierto.

Comentarios

  1. Y esto escrito en su momento y hoy publicado aquí, lo comparto desde lo más profundo de mí. Nelly Perrotta

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